En el mes de febrero de 2012, Mariana Barbitta convocó a una reunión de abogadas litigantes especializadas principalmente en el derecho penal con el objeto de conformar una asociación; la iniciativa surgió a partir de haber detectado algunas prácticas en el litigio que evidencian un trato desigual entre hombres y mujeres.

Si bien en un principio la agrupación fue pensada con el objeto de tratar cuestiones vinculadas con el trato desigual que reciben las profesionales en el litigio y la necesidad de generar una red de solidaridad, inmediatamente se sumaron mujeres de los diferentes ámbitos del sistema penal (Poder Judicial, Ministerio Público Fiscal y Defensa Oficial).

Ello nos llevó a conformar un espacio que agrupara mujeres penalistas de todo el sistema y a ampliar el objetivo planteado inicialmente. Por tal razón, hoy la asociación no sólo propugna la solidaridad entre mujeres y la igualdad en el litigio, sino también, impulsa el trato igualitario en las distintas estructuras jerárquicas del sistema penal.

En los primeros encuentros, las vivencias que nos fueron acercando se vincularon con  el reducido porcentaje de mujeres en los cargos más altos del poder judicial, la indiferencia con la que se dirigen algunos magistrados a fiscales y defensoras, el maltrato recibido en las dependencias del Poder Judicial de parte de los operadores, el trato desigual sufrido en las unidades penitenciarias, etc.

En ese contexto, nos pareció de suma importancia generar este espacio de solidaridad, esta redque permita nuclear a distintas mujeres a quienes nos apasiona el derecho penal y emprender así, un camino de esfuerzos compartidos.

Así nació AMPA; la Asociación de Mujeres Penalistas de Argentina.